El Profesor Xiant miró a Anput con ojos severos, haciendo que el Chacalino tragara saliva mientras suspiraba.
—Lady Anput, tú...
Jahi entrecerró sus ojos mientras miraba a Anput, con esperanza y molestia luchando en su interior a través de esos ojos amatistas suyos.
Leone había apretado sus labios, sus ojos carmesí alternaban entre el Profesor Xiant y Anput, sus dedos golpeando silenciosamente el escritorio mientras esperaba la respuesta.
Mi corazón latía fuerte en mi pecho mientras observaba, sin saber cómo reaccionaría si ella fracasara.
¿Aceptaría ser expulsada de la Academia?
Los dos primeros años eran más como una educación estandarizada, pero después tienes acceso a algunas de las mentes más brillantes del Imperio, cada una de las cuales está dispuesta a enseñarte sobre lo que desees.
Perder acceso a este verdadero tesoro de conocimiento limitaría su crecimiento, pero...