—Al escuchar a Leone murmurar «Había otra parte de ese libro...», levanté una ceja, ya sabiendo hacia dónde iba esto.
—Sin embargo, también me interesaba ver cómo abordaría este tema, así que le sonreí y pregunté emocionado «¿Qué? ¡Esta primera parte ya fue muy útil!»
—Viendo cómo se sonrojaba un poco, reí por lo bajo, manteniendo mi rostro expectante.
—Eh... b-bueno... solo necesitamos... eh...
—Deleitándome en su vergüenza, me incliné hacia adelante, inclinando la cabeza hacia un lado.
—¿Necesitas qué? Vamos Leone, dilo de una vez~
—Tragando saliva, pasó los dedos por su cabello ceniciento y cubrió parte de su rostro, que ahora estaba de un rojo profundo.
—Es una manera de... bueno, me permitiría ayudar a aumentar tus reservas de mana...
—Abrí mucho los ojos, mirándola asombrado, lo cual era ligeramente genuino.
—Sus reservas de mana eran... enormes.
—Comparativamente, aunque las mías todavía estaban por encima del promedio, las de ella eran mucho más grandes.