Punto de Vista de Kat
Como era nuestro día libre, estaba sentada frente a Leone, quien me había pedido ayuda para entrenar.
Recordando la noche anterior, estaba escéptica sobre si su entrenamiento era una excusa para estar a solas juntas o si realmente tenía una idea en mente para entrenar.
Sin embargo, al tomar en cuenta la seria apariencia de la Vampiro sentada frente a mí, alejé esos pensamientos de mi mente, centrando mi atención completamente en sus pálidos rasgos.
Tomando una profunda respiración, Leone me miró a los ojos y empezó a hablar, su voz baja.
—Me encontré con un método para practicar el control de maná, pero requiere de dos personas con elementos opuestos, y además un increíble control sobre los suyos propios. He llegado a un bloqueo en mi entrenamiento, y pienso que lo siguiente mejor para mí es afinar mi control tanto como sea posible. ¿Me ayudarás? —dijo ella.
Juntando mis labios, pregunté: