Después de discutir posibles planes para el fin de Jillian, las tres mujeres se sentían mejor, sonriendo y riendo mientras conversaban entre ellas.
Al verlas más felices que antes, mostré una pequeña y gentil sonrisa mientras las observaba, antes de volver a una fachada estoica cuando Draka y su prometida Rialo se acercaron, ambas mujeres luciendo aburridas y molestas.
—Draka. ¿Disfrutando de las festividades? —pregunté.
Al escuchar a Jahi, la mujer Dragonkin la miró con furia antes de suspirar, su mano yendo directamente hacia nuestra botella de vino.
Rellenando su propio vaso, ella vació su copa antes de servirse otra, dejando escapar otro suspiro mientras decía:
—Odio a los nobles.
Eso hizo reír a Anput, asintiendo con la cabeza mientras decía:
—Yo también.
Rodando los ojos, Leone se giró hacia la Heredera Ducal y preguntó:
—¿Qué pasa?
Rialo también rodó los ojos, mirando por encima del hombro antes de susurrar:
