Entrando en el carruaje elaborado que nos esperaba, Jahi golpeó la pared tres veces, dejando saber a la Banshee que estábamos listos para partir.
Sintiendo el carruaje moverse por el camino pavimentado, un silencio descendió dentro del cuarto, con cada persona mirando hacia el suelo, sus rostros serios.
Observando a cada uno, sonreí suavemente mientras notaba la apariencia de cada uno, asintiendo ante mi espléndido trabajo.
Sintiendo mi mirada, Jahi levantó la vista hacia mí, sus ojos de amatista encontrándose con los míos mientras me regalaba una pequeña sonrisa, antes de suspirar.
—Este va a ser un día molesto... —dijo.
—Jillian va a intentar algo. —murmuró Leone mientras asentía, una mueca tensa en su rostro.
—Nos ocuparemos de ello a medida que surja... juntos. Además, hay poco que este elfo pueda hacer en un lugar tan público. Si acaso, este 'ataque' hacia nosotros se quedará solo en palabras. —afirmó Anput, recostándose en su asiento y luciendo una sonrisa confiada.