—Oh, me voy a divertir TANTO contigo~
Los ojos saltones del Goblin temblaban mientras me miraba, su chillido agudo hacía que mi corazón latiera con alegría eufórica.
Mi cálida y suave sonrisa se desvaneció por un segundo y fue reemplazada por algo más retorcido.
Al ver eso, el Goblin desesperadamente intentó escapar de las esposas de hielo, chillando de horror mientras inclinaba mi cabeza.
—Vamos, Señor Goblin~ Necesito tu ayuda; ¿por qué estás tan asustado? No es como si fuera a...
Agarrando la muñeca del Goblin, rompí el delgado hueso con facilidad, deleitándome con el grito agonizante que escapó de sus delgados labios.
—Torturarte o algo así~ Solo te estoy sanando de todos estos... accidentes desafortunados que te siguen ocurriendo~ ¡Deberías estar agradecido!
Mi sonrisa volvió a su calidez anterior y coloqué gentilmente mi mano en su ahora destrozada muñeca.
