—¿No eres un poco grosero? ¿Qué quieres decir con qué soy yo? —Alyss frunció el ceño ya que esta sería una pregunta normal si hubiera sido cualquier otra persona.
Pero quien lo decía era la Voluntad del Abismo. Si ni siquiera la Voluntad sabía qué era ella, entonces ¿qué era?
—Hmm... ¿Eres un alma humana? ¿O un constructo? Aún así hueles a incontables bestias. Me pregunto cuál será el secreto detrás de tu concepción —La Voluntad rodeaba a Alyss mientras ella se daba cuenta de que no podía mover ni un solo músculo de su cuerpo. Ella estaba sujeta a cada capricho de la Voluntad.
—¿Realmente importa lo que soy? ¿No eres tú quien espera que Alice resulte ser un buen recipiente? Ella quiere hablar contigo así que ¿por qué no vas y hablas con ella en lugar de obsesionarte con lo que soy? —Alyss forzó una sonrisa valiente mientras la Voluntad se inclinaba cerca de su cara.