Sentada en el jardín mientras bebía té, Velouria no dijo nada. Frente a ella, Enris se sentaba en una pose relajada con su pierna sobre la silla y una sonrisa en su rostro.
*Suspiro
—¿Qué quieres, Enri? —Velouria frunció el ceño. Todavía se sentía molesta por el hecho de que Enris casi mató a Alice interfiriendo en su acuerdo.
—Ay~ No seas así, Vel. Solo quería ver a Alice por mí misma, ¿sabes? Todos ponen tanto enfoque en ella y sin embargo sabemos muy poco. Y me alegro de haberlo hecho porque es un verdadero tesoro de secretos, ¿no es cierto? —Enris se rió mientras jugaba con una pequeña daga.
—¿Cuánto tiempo pensabas esconderla de los demás? Estoy segura de que Lumi tiene una idea aproximada de cómo es, especialmente después de haber examinado brevemente su alma. El único que está en la oscuridad es Solaris pero eso es de esperar, después de todo, es un imbécil —se encogió de hombros, disfrutando al burlarse de los otros Dioses.