Al escuchar la solicitud de la Diosa, Alice no estaba segura de cómo debería comenzar. En primer lugar, Ayr ya no existía, pero supuso que la Diosa había tenido eso en cuenta.
Lo que significaba que lo que ella quería saber era la evolución de la humanidad dentro del Abismo. Cómo prosperaron.
—Mi conocimiento... Es limitado. Pasé la mayor parte de mi vida confinada antes de que Allura me salvara. Pero si aún quieres escucharlo, trataré de contarte todo lo posible. —Alice se rascó el pelo mientras la Diosa asentía con la cabeza.
—Cualquier cosa está bien, solo deseo aprender sobre el futuro.
Al ver a la Diosa mirándola con ojos expectantes, Alice no pudo evitar sentir que estaba a punto de contarle un cuento a un niño.
Ahora mismo, no era la Diosa que gobernaba todo lo que vivía en el Abismo. Ahora mismo, era simplemente una humana que quería saber qué tipo de futuro le esperaba a este reino.