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Espiando hacia la sala, Luke notó que Xinbei había transportado a los dos a su propia dimensión de bolsillo para la prueba.
—¿Necesitas algo Lulu? —preguntó Xinbei mientras se volvía con una sonrisa.
—Deseo solicitar un tiempo libre, señor.
—¿Oh? Supongo que vas a cazar tu cuarto Sigilo, ¿no es así? —Xinbei arqueó una ceja porque Luke había estado investigando su cuarto Sigilo desde hace tiempo pero no había hecho un movimiento.
—Mnm. Puede que haya fanfarroneado y dicho que también tenía cuatro Sigilos a mi amigo. Pero ya es hora de cazar a la bestia ya que la he estado siguiendo por dos semanas. —Luke suspiró sintiéndose un poco avergonzado por sus acciones, pero ya había pasado.
No pensó que Ria pudiera crecer a un ritmo tan asombroso. Sabía que Allura y Gin no la dejarían tomar algo débil, ¡así que el hecho de que ella obtuviera su cuarto Sigilo significaba que su fuerza había alcanzado un estándar satisfactorio para los dos!
