Reagrupándose con Alice, los dos se abrieron camino por las montañas hasta que finalmente encontraron su primera pista.
Había pedazos de metal dejados en surcos profundos como si algo pesado acabara de pasar por allí.
—Parece haber ido al norte, hacia la cima de las montañas —murmuró Ria al notar la dirección de estas pistas.
—Mmm, tendremos que andar con cuidado a partir de ahora. Podría estar esperando bajo tierra.
—Supongo que seguiré explorando desde arriba, te avisaré si encuentro más pistas —Ria se estiró antes de teletransportarse usando su relámpago mientras Alice seguía su camino montaña arriba. Estaba atenta para examinar su entorno en busca de pistas adicionales.
No solo eso, mantenía su guardia en alto todo el tiempo, lista para moverse en caso de que el suelo se rompiera señalando una emboscada.
A medida que escalaba, sus sentidos se agudizaban y su mente se sintonizaba incluso con el movimiento más leve que pudiera percibir.