—Ahora, hablemos de tus luchas y lo que aprendiste. Primero que nada, necesito regañarte un poco por dos puntos —Allura suspiró mientras le daba un golpecito en la cabeza a Alicia, casi haciéndola caer, pero logró estabilizarse.
—Creo que mis palabras fueron que experimentaras con el primer Sigilo porque no conocemos la sinergia y el segundo Sigilo era peligroso. La razón por la que no intervine antes es porque no siempre puedo estar ahí para protegerte. Así que necesitas arreglar tus propios asuntos sin que yo interfiera. Me alegra que hayas encontrado una manera de controlar las llamas, pero de cualquier modo, seguía siendo muy peligroso para ti —Allura dijo mientras levantaba un dedo.