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—El entrenamiento duró tres días —comentó Alicia, logrando acercarse a Allura pero sin el daño necesario para terminar el trabajo—. Cada vez que se acercaba, se quedaría a un paso o habría sacrificado poder por velocidad.
No importaba cómo lo intentara Alicia, no lograba dar el último paso necesario.
Al entender que no tenía sentido intentar lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes, Allura optó por un tipo de entrenamiento distinto, uno que pusiera a prueba la velocidad de reacción y la visión cinética de Alicia. Tenía que practicar manteniendo su Ojo activado tanto tiempo como fuera posible para ayudarla en la batalla.
—La cuestión de asestar el golpe final se podría compensar con herramientas o ayuda externa —explicó Allura—. Después de todo, el Abismo permitía la asistencia siempre y cuando la contribución no excediera la mitad de la Caza.
