Esperando junto a la mesa, Alice bebía lentamente su té mientras Nalem volvía con una extraña caja en sus manos.
Al abrir la caja, reveló una guardia de espada extraña que parecía parpadear a cada momento. Su forma se distorsionaba ligeramente antes de volver a la normalidad.
—Este es un arma que un conocido mío poseía antes de encontrar algo mejor. La llamó Réplica de Obsidiana. Es un arma forjada de un mineral que descubrió en las Profundidades Aullantes. Mencionaste que deseabas armar tu sangre con veneno sin seguir el camino de Leoric, ¿verdad? —preguntó Nalem.
Alice asintió.
—Entonces, esta arma será buena para ti.
Tomando la guardia, sacó un pequeño cuchillo y se hizo una pequeña herida en su brazo. Luego, permitió que la sangre cayera sobre el arma.
