Desde dentro de este torrente de llamas, espinas rojas se clavaron nuevamente mientras Alicia intentaba desviarlas hacia un lado, solo para que la espina se clavara en su brazo.
—¡Tsk! —Chasqueando su lengua, Alicia cortó la espina con su espada antes de saltar hacia atrás.
Ella podía sentirlo pulsando dentro de su carne mientras la Arachne la miraba y chasqueaba sus dedos.
*¡CRACK!
Alicia abrió mucho los ojos, miró hacia abajo y vio la espina saliendo de su brazo y creciendo a un ritmo acelerado.
Sin dudarlo, conjuró una hoja y se la clavó en el hombro antes de cortarse el brazo.
Activando su segundo Sigilo, lirios araña rojos florecieron de su carne mientras los huesos comenzaban a reconstruirse, seguidos por tendones, venas, carne y luego piel.
Cerrando su puño, Alicia se agachó bajo otro golpe mientras espinas rojas amenazaban con perforar su ojo.