Perspectiva de Jules
La pregunta resonaba en mi oído una y otra vez mientras el color inundaba mis mejillas al instante.
Esa era una conversación que recuerdo haber tenido con mi madre una vez, y se había sentido así de mortificante en ese entonces.
Me lanzó una mirada por un momento, pero tuvo que volver a mirar la carretera de nuevo.
Exhalé un pequeño suspiro y miré mis dedos, con las mejillas ardiendo.
—No puedo —murmuré, voz increíblemente aguda. Cuando Blaze me miró, la sensación mortificante aumentó, y sentí que aún necesitaba decir algo.
—¡En serio! Mi madre me hizo pruebas y, y no tengo un- un útero, así que no tengo las cosas que tienen las chicas, como un ciclo mensual, así que no puedo quedar embarazada.