Melisa se acomodó en la cama junto a Cuervo, su corazón latía aceleradamente con una mezcla de excitación y nerviosismo.
«Concéntrate, Melisa! Estás aquí para aprender, no para contemplar a tu compañera de cuarto.», pensó.
Cuervo se aclaró la garganta, su voz adoptó un tono más clínico cuando comenzó su explicación.
—Los signos de conjuro fundamentales de la Magia de Vida se basan en el flujo de energía dentro de los seres vivos —dijo, sus manos moviéndose de manera grácil y precisa—. Observa atentamente.
Melisa se inclinó hacia adelante, sus ojos carmesí fijos en los pálidos dedos de Cuervo mientras trazaban patrones intrincados en el aire. Casi podía ver los hilos de magia reuniéndose a su alrededor, respondiendo a los comandos de Cuervo.