Desde el momento en que dejaron el campamento hasta ahora, habían pasado alrededor de tres horas de aventura e incertidumbre. Desde la extrañamente yermosa parte este del bosque con la serpiente gigante hasta el espacio secreto, y de vuelta a su campamento.
Los pensamientos de Xu Feng se desviaron hacia Xuan Yang y Xuan Jian, preguntándose si ya habrían regresado al campamento. Sin embargo, no podía obligarse a mirar su verdadero campamento, como si evitarlo de alguna manera mantuviera la verdad a raya.
¿Cómo iba a explicar esto? Aquí no había pruebas de ADN...
El bosque, una vez lleno de vida, ahora parecía cerrarse a su alrededor, proyectando una sombra opresiva que hacía cada paso más pesado y más siniestro.
El viaje de regreso a su campamento se sentía como un sueño envuelto en una niebla inquietante, y Xu Feng no podía evitar reflexionar sobre los extraños sucesos que se habían ido desplegando recientemente en su vida.