Perspectiva de Xu Hu Zhe:
—¿Por qué el Maestro Feng preguntó acerca de aquel día maldito? ¿Querría que le rogara perdón por casi ver su cuerpo mojado? ¿Querría reprenderme por permitirle ayudar con las tareas? ¿Sería esto otra señal de embarazo?
Xu Hu Zhe estaba lleno de preguntas y sin respuestas definitivas. Se enorgullecía de ser callado pero atento. Se estaba convirtiendo en el mejor sirviente… no, protector que podría ser para su benefactor, ¡y aún así había cometido tantos errores en un solo día!
Con un fracaso vendrían más.
Mientras seguía detrás de Xu Feng, dudaba si debería admitir sus errores, o si esto era algún tipo de prueba de valor, o si esta era una experiencia normal cuando el maestro de uno quedaba embarazado.
Su rostro habitualmente controlado estaba perdido y confundido. No sabía cuál era el próximo paso a seguir. Aun así, avanzaba firme siguiendo a su maestro, su benefactor y el jefe de su hogar.