—¡Un cultivador de serpientes definitivamente debería ser capaz de hacer eso! —Xu Feng pensó con seguridad.
No estaba pidiendo demasiado de un extraño fantasma al que solo conocía desde hace tres semanas en un mundo paralelo donde el tiempo transcurría de manera diferente, y el espectro se parecía extrañamente a su esposo nominal, y solo le hablaba en su mente...
...y al principio parecía que era culpable de alta traición, y no quería más que él abandonara su cueva mágica y su espacio en general...
...además, el espectro parecía hacer que su cuerpo reaccionara de la misma manera en que sus esposos le hacían reaccionar después de unas semanas sin juegos amorosos. Todo eso era completamente normal, y la carne de serpiente iba a estar deliciosa...
La ingenuidad de Xu Feng había alcanzado un nuevo nivel, e incluso él era consciente de que se sentía extrañamente demasiado cómodo alrededor del Ancestro Xuan.
Pero...
