El vasto paisaje de Dongzhou se extendía ante Xuan Jian, y sus pensamientos vagaban a través de la intrincada red de secretos, malentendidos y el futuro desconocido. No podía evitar sentir un leve dolor de cabeza al contemplar la naturaleza misteriosa de sus dos amantes y los misterios de este mundo.
Era un gran continente y un mundo grande, pero en última instancia era pequeño, como una mota de polvo en el viento al tener en cuenta el panorama completo.
La confusión entre zorros blancos y zorros de plata dentro de Dongzhou había persistido durante generaciones, y Xuan Jian entendía por qué. Después de todo, la bestia inmortal exiliada con sangre de zorro había afirmado provenir del linaje de los zorros de plata, propagando la ilusión. Era un malentendido profundamente arraigado en las mentes de la población de Dongzhou, y tomaría más que simples palabras para corregirlo.
