—Ahahahah, hahaha —la contagiosa risa de Xu Feng llenaba el aire, un sonido alegre que reverberaba a través de la finca. Su deleite sin restricciones resonaba a través del silencio, alcanzando los rincones más lejanos del exuberante entorno.
Mientras tanto, Bai Mo se sentaba con una expresión paciente, el humor no totalmente perdido para él, pero no lo encontraba divertido. Sus facciones, usualmente serenas, ahora estaban adornadas con un puchero que parecía fuera de lugar en su rostro, un contraste con la alegría que envolvía a Xu Feng.
Momo parecía un cierto Poké*on. Se veía como un Jiggly Ru*f con puchero. Este pensamiento envió a Xu Feng a otra espiral de risa antes de calmarse.