La finca Nanshan había experimentado una transformación significativa bajo la vigilancia de los nuevos sirvientes, liderada por los tres sirvientes originales. Su dedicación aseguró que la finca ya no se viera en una luz indigna, dejando una marca de calidez para los nuevos sirvientes.
Si, en su dedicación, había elevado la vestimenta de Xu Feng desde las simples prendas de otoño a un refinado guardarropa de primavera digno de un joven maestro de estatus. Incluso dentro de la capital, Xu Feng ahora mostraría un aire de dignidad, ni demasiado llamativo ni desaliñado.
A Xu Feng le gustaba vestir diseños simples, y Si tuvo esto en cuenta. En cambio, utilizó materiales más ricos que complementaban su piel y las características más llamativas de su rostro.