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La brisa primaveral del pueblo Yilin llevaba la promesa de nuevos comienzos mientras se desarrollaba el segundo día del examen de eruditos. El antiguo pueblo, adornado con flores en flor y los vibrantes tonos de la vestimenta tradicional, estaba lleno de anticipación.
Los campos de examinación, cuidadosamente preparados en el patio del edificio gubernamental del pueblo Yilin, zumbaban con gers listos para demostrar sus años de estudio. Algunos estudiantes ya habían realizado el examen docenas de veces y aún estaban llenos de esperanza por los resultados de esta ronda.
Aunque los estudiantes más prometedores eran aquellos que llegaban directamente de las dos principales academias del pueblo Yilin. A menudo estos eran niños de familias de clase alta con un toque de hijos de agricultores añadido a la mezcla.
Los gers preparados para tomar el examen de este año, un diverso conjunto de rostros, cada uno con una historia grabada en sus rasgos, se reunieron en el espacio designado.
