—La Flecha del Rey Dragón solo había atravesado la ilusión creada por Su Ming, por lo que no lo hirió —dijo—. La combinación de esgrima e ilusión formó el Principio de la Espada Ilusoria que Su Ming comprendió.
—El Emperador Ciego lo vio a través, así que supo dónde se escondía el verdadero Su Ming.
—Su Ming palideció. Apenas desvió el ataque e inmediatamente retrocedió.
—Después de recuperar el equilibrio, Su Ming miró al Emperador Ciego con un destello de frialdad en sus ojos —dijo—. "Hombre ciego, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Tu fuerza ha mejorado enormemente. Sabía que habías estado estudiando el Principio de la Espada del Corazón. Parece que finalmente has logrado algo".
—Soy ciego, pero mi corazón no lo es. Tu ilusión es inútil contra mí. Mientras yo esté aquí, no podrás hacerle daño a este muchacho —dijo el Emperador Ciego con indiferencia.
—La cara de Su Ming se ensombreció.