—Era verdaderamente un gran problema. Como el primer arma mágica del Principio de la Espada de matar en la Tierra Divina, ¿cuántas personas la codiciaban? Entre este grupo de expertos en el Principio de la Espada solamente, nueve de cada diez estaban ansiosos por obtenerla, excepto que no tenían la capacidad para hacerlo. Y ahora, había reconocido a Jian Wushuang como su dueño justo delante de ellos. ¿Cómo no iban a estar celosos y asombrados?
—El más fuerte entre estas personas solo está al nivel de señor superior. Esto no representa una amenaza para mí en este momento —murmuró Jian Wushuang—. Sólo hay una persona que es una amenaza seria para mí.
Con ojos helados, Jian Wushuang miró directamente a Su Ming. Este último estaba de pie erguido en el Vacío con su pose altiva habitual. Él también miró de vuelta a Jian Wushuang. Jian Wushuang pudo detectar vagamente la Intención Asesina que brotaba en los ojos de Su Ming a pesar de su fachada apagada.
