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Cuando vieron el dantian de Ye Chen destruido y su cuerpo tirado en el suelo como un perro muerto, todos en el Campo de Entrenamiento quedaron sin palabras. Los expertos que estaban luchando intensamente en el Vacío arriba también pausaron sus acciones.
Muchos pares de ojos comenzaron a mirar hacia abajo.
—¡Chen querido! —Como un león enfurecido, el Maestro del Valle estaba especialmente furioso.
No había nada que pudiera hacer aunque hubiera notado la escena de lucha entre Jian Wushuang y Ye Chen.
En cuanto a él, había estado luchando contra el Viejo Extraño Yunyang, que era lo suficientemente bueno para dominar el Dominio de Tercera Etapa del Reino Santo. Aunque era capaz de hacerle frente al último, siempre estaba en desventaja y, por lo tanto, no tenía una mano libre para asistir a Ye Chen.
La situación de los demás expertos del Valle Helado del Néctar era similar a la suya.
No tenían una mano libre y solo podían mirar impotentes.
