Jian Wushuang estaba lleno de anticipación por la batalla.
Había estado esperando este momento durante tanto tiempo.
Después de entrar en la Tierra Divina, había retenido su poder en cada batalla.
Había querido empujarse a su máxima potencia durante las peleas, pero no había sido forzado a ese punto. En la batalla donde él y su equipo habían quedado atrapados en la Zona Exterior, había estallado con todo su poder y matado a todos sus oponentes. Sin embargo, había sucedido tan rápidamente y había terminado antes de que pudiera disfrutar de la pelea.
No había tenido la oportunidad de mostrar su verdadera fuerza hasta este momento en el Área Interna.
—¡Peleemos! —exclamó Jian Wushuang.
Jian Wushuang dirigió una mirada ardiente a la tormenta que se aproximaba.
De repente, el avance de la tormenta se detuvo y una figura espeluznante se lanzó desde ella. Esta figura partió el vacío y se acercó rápidamente a Jian Wushuang.
—¡Qué rápido! —Jian Wushuang estaba impactado.
