Cuando Jian Wushuang miró a la señorita y a los demás, ellos lo miraron fijamente.
—Este hombre despejó las nubes y encontró su camino hasta aquí. Debe ser un experto del Reino Santo, probablemente un recién llegado de fuera del continente. Si estuviera dispuesto a ayudar, no habría necesidad de que yo arriesgara adentrarme en las Aguas.
Una idea cruzó rápidamente por la mente de la señorita. Ella dio un paso adelante y dijo a Jian Wushuang —Soy Lin Lan de la familia Lin. Por favor, ayúdame y te estaremos muy agradecidos.
Sus palabras desconcertaron a los hombres de túnica negra, e inmediatamente dirigieron su mirada hacia Jian Wushuang.
Jian Wushuang frunció el ceño. Su rica experiencia le indicó que la señorita y el hombre con ella estaban siendo perseguidos. Actualmente no tenían otra forma de salvarse más que pedirle ayuda.