En ese momento, el teléfono de Noah sonó. Después de contestar la llamada, dijo —Sí, le informaré al señor Harper.
—¿De qué se trata? —La voz de Justin cortó el espacio mientras la división entre los asientos delanteros y traseros comenzaba a bajar.
Noah no se atrevió a voltear a mirar hacia atrás, pero respondió —El regalo que usted organizó para el señor Steve Davis se entregará hoy.
Justin, aún concentrado en arreglar el cabello desordenado de Natalie con sus dedos, respondió con casualidad —Bien.
Natalie lo miró de reojo. —¿Un regalo para Steve Davis?
Justin terminó de arreglar su cabello y finalmente se recostó. —Él ayudó a mi esposa cuando ella tenía problemas, así que se merece un regalo adecuado. Además, no me gusta deberle a nadie.
Natalie asintió, entendiendo su razonamiento pero sintiéndose curiosa. —¿Qué tipo de regalo?
—El terreno que él ha estado queriendo adquirir pero le resultó difícil obtener —Justin respondió con suavidad.