El agarre de Justin en el teléfono se tensó, las venas abultadas en su mano como si pudiera aplastar el dispositivo. Su mirada se oscureció, una tormenta gestándose en su expresión.
—Detén el auto —ordenó fríamente.
El conductor de inmediato se orilló al lado del camino. Justin salió, quitándose la chaqueta del traje y lanzándola al auto.
—Noah, búscanos una ruta con menos señales y menos tráfico —instruyó Justin.
Noah, ya anticipando lo que Justin tenía en mente, comenzó a trabajar rápidamente en su tableta. El conductor, uno de los guardaespaldas de Justin, salió del vehículo rápidamente para hacer espacio a su jefe. Justin se deslizó detrás del volante mientras el guardaespaldas se subía al asiento del pasajero.
Noah conectó la tableta a la pantalla del coche, estableciendo la ruta óptima. El guardaespaldas echó un vistazo al mapa y dio direcciones.
—Señor Harper, tome la siguiente izquierda —indicó el guardaespaldas.