Briena notó cómo la mirada de Ivan se quedaba en Natalie, incluso después de que ella se había marchado. La amargura la invadió. —Esa zorra, está intentando seducir a Ivan de nuevo.
Briena se volvió hacia Ivan. —Parece que realmente está en el camino equivocado, justo como predijo mi abuela. Está seduciendo hombres ricos para conseguir inversión para su empresa.
Sus palabras lo sacaron de su trance. Apretó los puños. —¿Así que todo esto es solo para atraer a hombres ricos? Ella nunca se esforzó así por mí...
Briena notó el efecto que sus palabras habían tenido en Ivan y suavemente tomó sus manos, acariciándolas para consolarlo. —No te sientas mal, ¿de acuerdo? Probablemente no tenga otra opción.
Ivan miró a Briena, viendo una vez más el fuerte contraste entre ella y Natalie. Natalie parecía una persona totalmente nueva, alguien que apenas reconocía, mientras que Briena era cálida y gentil, siempre comprensiva.