Miriam (Niñera)
Horas más tarde, cuando la emoción se había aplacado, conocí a Madre Liora.
Quería preguntarle sobre la verdadera razón de mi presencia aquí pero en cuanto abrí la boca, ella levantó la mano para detenerme.
—Mañana, Miriam —dijo suavemente—, tengo la sensación de que no vienes con buenas noticias. Sea lo que sea, puede esperar hasta la mañana. Estaré más receptiva entonces. Descansa esta noche, querida.
Asentí, aunque la ansiedad me roía. Había querido contarle todo a Liora – pero tendría que esperar.
Más tarde esa noche, me dirigí a mi vieja habitación, la que me habían dado después de que me convertí en 'Devota de la Luna'. La habitación seguía desocupada después de todos estos años y me preguntaba por qué. Hundida en la cama, miré el techo con una suave sonrisa en los labios.