Cuando veas estos corchetes { }, está hablando Arvon.
—Amara... Yo soy el jinete pálido, el que trae al demonio de la plaga Valravn.
—Soy el guardián y poseedor de los secretos de los corazones oscuros de los hombres, una respuesta a las plegarias desesperadas, un fin para aquellos que sufren la locura de este mundo. Puedo darte cualquier cosa que desees.
Sterling frunció el ceño ante la figura espectral, escuchándola decir disparates.
Sabía que esto era un demonio en el cuerpo de una niña muerta. No tenía intención de caer en su trampa. No importa lo que ella dijera para tentarlo.
—No hay nada que puedas ofrecer que yo quisiera —dijo en un tono cortante.
—¡JAJAJAJAJA!
—¡MENTIROSO! —siseó ella con ferocidad.
El demonio oscuro flotaba más cerca de Sterling mientras él luchaba por no hundirse más en el pantano cenagoso. Sus manos sostenían la espada tan fuerte ahora que las venas azules resaltaban en el dorso de sus manos.