Amalia se había unido a la Universidad Sendero Celestial como estudiante de transferencia. En ese momento, sus compañeros de clase habían sido minuciosamente investigados por ellos, y nadie le informaría a Amalia sobre lo que debía o no debía hacer, lo que resultó en su falta de conocimiento sobre muchas cosas.
Los hermanos estaban únicamente enfocados en conspirar contra Amalia; no tenían inclinación alguna por comprenderla.
—Es imposible. Recuerdo claramente que tenía un atributo de agua. ¿Cuándo adquirió un atributo de fuego? ¿Cómo es posible que no haya rumores al respecto? —dijo Alex con una expresión desagradable.
—¿La acompañaste tú para las pruebas? —el tamborileo de los dedos de Arturo en la mesa se había ralentizado hasta convertirse en un ritmo constante.
—No, fue un estudiante el que la acompañó. Me enteré más tarde por esa persona. Está de nuestro lado; no podía y no tenía razones para mentirnos —explicó Alex.