No solo eso, el hombre quemó el brazo de Yang Zian mientras reía. Quería que Yang Zian se sintiera desesperado al ver su brazo ardiendo de esa manera.
—Ya te has convertido en un lisiado. Hmm... ¿Debería cortar otro brazo para hacerte completamente inútil? —preguntó el hombre en tono de broma.
El hombre se acercó a Yang Zian con su espada con la intención de cortar el otro brazo de Yang Zian.
—¡No!!! ¡DETENTE! —gritó Qiao Rong.
Otra persona atacó a Qiao Rong.
—Será mejor que centres tu atención en mí. De lo contrario, también perderás tu brazo —se rió entre dientes el hombre.
Qiao Rong se sintió desconcertado al ver a otro hombre acercarse a Yang Zian. No pudo salvar a su camarada. Qué inútil se consideraba.
El hombre levantó su espada apuntando a cortar los otros brazos de Yang Zian. Yang Zian miró la espada. Ya no sabía qué hacer aparte de aceptar su destino.