—Eh, ¿por qué estoy aquí? —se preguntó Bai Xifeng.
Ella conocía este lugar. Estaba dentro del Mundo Espejo.
—Estás herida. Por eso estás aquí —Baishe apareció en su forma de pitón—. Deberías convocar a tu bestia contratada para luchar. De esa manera, no resultarás herida.
—Sin dolor no hay ganancia. Si no mejoro mi fuerza, será inútil. ¿Y si llega un momento en que no puedo convocaros a todos? Necesito resolverlo y luchar por mí misma —explicó Bai Xifeng.
Bai Xifeng podía sentir que su poder de cultivo se había vuelto más fuerte. Bueno, si quería una forma más rápida, podría intentar hacer la píldora de avance y comerla. Sin embargo, no era un buen movimiento para su base. Quería una base sólida para su poder de cultivo. No quería depender solo de la píldora.
—Es bueno que pienses así —asintió Baishe.
—Como no tengo nada que hacer aquí, voy a echarme una siesta —Bai Xifeng estaba a punto de acostarse.