—No pienses mucho en las personas que no se preocupan por ti —Bai Xifeng palmeó la cabeza de Liu Longwei.
—Hmm... Siempre pensaré en ti —Liu Longwei sonrió y asintió.
Bai Xifeng carraspeó. Necesitaba cambiar de tema.
—Entonces, ¿mi padre y hermano están en casa? —Bai Xifeng preguntó.
—Aún están en la corte matinal —Yu Nianzu afirmó.
—Ya veo —Bai Xifeng asintió—. Hmm... Reúne a todos. Quiero hablar con mis subordinados.
—Sí, Maestro —Yu Nianzu asintió.
Xiao Li fue a preparar el desayuno para su señorita joven. Bai Xifeng disfrutó del desayuno en su lugar favorito.
Sus subordinados ya estaban parados frente a ella. Terminó el desayuno más rápido.
—Os contaré acerca del próximo plan —Bai Xifeng dijo—. Ya sabéis que mi madre dejó tres tiendas: la tienda de hierbas, una tienda de armas y una tienda vacía. La tienda vacía, planeé construir una casa de té.
Bai Xifeng bebió algo de té antes de continuar. —No quiero que estéis siempre conmigo. Necesitáis valeros por vosotros mismos.