—Pero escuché que ella estaba... —Su Jinhai no se atrevió a terminar la palabra.
—Anciano Su, quiero que vengas conmigo a la Ciudad Capital para ver a mi hermana. Ha estado inconsciente desde ayer. No sé si ya estará despertando. Pero probablemente tenga que ver con el sello dentro de su cuerpo —Bai Tingfeng explicó.
—¿Qué? ¿El sello de veneno está actuando? —Su Jinhai se levantó—. Vamos.
Su Jinhai le dijo al Gremio de Farmacéuticos que se dirigía a la Ciudad Capital para ver al paciente. Regresaron directamente a la Ciudad Capital después de eso. Llegaron a la Ciudad Capital poco después de que el cielo se oscureciera. Se apresuraron hacia la Residencia del General Bai.
Yu Nianzu abrió la puerta y se sorprendió al ver a Bai Tingfeng y a Su Jinhai.
—¿Cómo está mi hermana? —preguntó Bai Tingfeng.
—La maestra sigue durmiendo —declaró Yu Nianzu.
—Anciano Su, por favor —Bai Tingfeng le dijo a Su Jinhai.
—Muestra el camino —afirmó Su Jinhai.