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—¿Todavía estás trabajando a estas horas? —preguntó Bai Tingfeng a Bai Xifeng después de ver a Bai Xifeng terminar de hacer las píldoras.
No se había atrevido a preguntarle antes porque temía molestarla. Así que esperó hasta que ella terminó.
Bai Xifeng se sorprendió al ver a su hermano detrás de ella.
—¿Qué haces aquí, Gran Hermano? —preguntó Bai Xifeng.
—Solo pasaba por aquí y vi que la luz aún estaba encendida. Entonces, vine a ver qué sucedía. Acabamos de llegar. ¿Por qué no descansas un poco? —Bai Tingfeng le lanzó la pregunta a Bai Xifeng.
—Ya dormí un poco antes. Por eso no puedo dormir. Por eso estoy aquí haciendo algunas píldoras. —dijo Bai Xifeng.
—Ya basta por ahora y ve a dormir. —Bai Tingfeng obligó a Bai Xifeng a descansar.
Bajo la mirada de Bai Tingfeng, Bai Xifeng fue forzada a parar y dirigirse a su cama. Bai Tingfeng aún no se había ido y esperaba a que Bai Xifeng se durmiera.
—Ahora, cierra los ojos y duerme. —dijo Bai Tingfeng.