—Sin embargo, podemos buscar la flor arcoíris si quieres una. Tal vez tengamos una en otra sucursal —ofreció Ma Zhaohui.
—Genial. Gracias —Bai Xifeng estaba feliz de escuchar eso.
—Hmm... ¿Dónde puedo encontrarte si tenemos alguna noticia? —preguntó Ma Zhaohui.
—Hmm... Puedes ir al campamento militar y buscar a Long Feng —declaró Bai Xifeng.
—Ya veo... —Los ojos de Ma Zhaohui parecieron iluminarse.
Ma Zhaohui había escuchado el rumor de que el campamento militar encontró a un alquimista talentoso. Se preguntaba si el joven frente a él en este momento era el rumoreado.
—Por favor, entrega los productos al Gerente Si con seguridad —dijo Bai Xifeng.
—Sí, Señor Long —asintió Ma Zhaohui.
Después de terminar con todo, Bai Xifeng y Bai Tingfeng abandonaron el Pabellón Shanghái. De camino a casa, Bai Tingfeng parecía sumido en sus pensamientos.
—¿Qué pasa, Gran Hermano? —preguntó Bai Xifeng.