—Qué demonios —Bai Xifeng lanzó la carta a un lado.
—Hermano, déjame decirte una cosa. Nunca te escribo una carta a ti o a padre —Bai Xifeng dijo.
Bai Tingfeng ya lo sospechaba. Cuando Bai Xifeng lo confirmó, se enfadó. Pensó que esas cartas eran de su preciosa hermana.
—Dime qué pasó —Bai Tingfeng dijo.
Bai Xifeng comenzó a contar todo desde que la dejaron sola con la Familia Bai. También mencionó el descuido en la educación.
Ella no sabía leer y escribir hasta hace poco. El acoso que enfrentó, el abuso, todo.
Bai Tingfeng estaba en silencio cuando escuchó la historia de su preciosa hermana. Sin embargo, Bai Xifeng notó las venas saltadas en el rostro de Bai Tingfeng.
Bai Tingfeng estaba furioso y triste. Furioso por todo lo que la Familia Bai había hecho a su preciosa hermana. Triste porque su preciosa vivió una vida así.