Bai Xifeng sonrió cuando la cosa que quería finalmente se convirtió en suya. Ella observó a Bai Guowei apretando los dientes al perder la cosa justo frente a sus ojos. Se apoyó la cabeza con su mano derecha.
Miao Shang sacó otro objeto. Era un huevo con un patrón azul. La gente comenzó a discutir entre ellos.
Bai Xifeng tenía curiosidad por saber por qué la gente tenía ese tipo de reacción al ver el huevo. Ella preguntó a Baishe sobre eso.
—Baishe, ¿qué tiene de especial el huevo? —preguntó Bai Xifeng.
—Es un huevo de bestia, —declaró Baishe.
—¿Huevo de bestia? —inclinó su cabeza Bai Xifeng.
—Sí. Hay una bestia dentro del huevo. Las bestias dan a luz o ponen huevos, —dio una explicación simple Baishe.
—Ya veo. ¿Qué tipo de bestia crees que está en el huevo? —preguntó Bai Xifeng.
—Hmm... Tal vez algo como una grulla, supongo, —asumió Baishe.
—¿Por qué? —preguntó Bai Xifeng.
—Por el patrón azul. Usualmente, el patrón azul indica qué bestia está dentro del huevo, —dijo Baishe.
