Little Zimo miró a Xiao Hua, que actuaba como si su vida estuviera llegando a su fin, y simplemente rodó los ojos.
—Por eso te sugerí que fueras y se lo dijeras todo a la Señorita Yu, ahora este es tu problema y debes ocuparte de él —con eso, sacó una jarra de vino del armario de abajo y hasta le entregó el ungüento a Xiao Hua antes de echarlo de la cocina—. Ahora vete y déjame trabajar en paz, necesito hacer este tónico calmante para el nervio para el hermano Hanjing, él se asustó por el incidente de hoy.
Xiao Hua, que fue expulsado de la cocina, estaba atónito mientras miraba a Little Zimo, quien le dio la espalda y continuó frente a la estufa y le regañaba:
—¡Tú pequeño enano! ¿Has crecido alas, no es así? No olvides que fue el hermano Hua quien siempre te protegió cuando metiste la pata y ahora que estoy en un problema, me pides que me encargue por mi cuenta, ¿no estás siendo simplemente cruel conmigo?