—Si te sientes incómodo en algún momento, solo dime que pare, ¿de acuerdo? —dijo Yu Dong. Sus ojos eran sinceros. —Si sientes que te estás asustando, o sientes dolor o cualquier cosa, solo pídeme que te suelte y lo haré, ¿entiendes?
Chen Mi no entendía por qué Yu Dong estaba siendo tan seria. Aun así, entendió que solo estaba tratando de hacerlo sentir cómodo. —Si te pido que pares, ¿te decepcionaré?
Los ojos de Yu Dong se suavizaron mientras le acariciaba la mejilla. —No, cariño, estaré orgullosa de ti por intentar luchar contra tu trauma pasado y te consideraré como un valiente tritón. No es necesario que me des placer solo porque estamos durmiendo en la misma cama. Siempre podemos abrazarnos y charlar un poco, ¿de acuerdo?