—Aquí estamos —la tienda que Shen Li y los demás habían finalizado no era una tienda pequeña, estaba situada en medio de la calle más concurrida a poca distancia del taberna. Hace un mes la tienda era uno de los comercios bulliciosos, estaba llena de clientes por dentro y por fuera pero hoy estaba completamente vacía. No se veía ni rastro de una sola mujer o tritón, era como si la tienda hubiera sido abandonada por su dueño hace mucho tiempo. La razón de esta escena era en realidad bastante cruel: hace un mes, una de las hijas de un oficial se encaprichó del hijo mer del dueño de esta tienda, el tritón era hermoso y era un chico de buena virtud. La hija del oficial no fue la única que se encaprichó de él, muchos otros también lo hicieron. La hija del oficial quería casarse con el tritón pero fue rechazada, la razón era simple: era demasiado fea y gorda.