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Loto se despertó temprano la siguiente mañana y se cambió a su atuendo de yoga. Luego llevó una colchoneta de yoga al jardín. El yoga siempre le había ayudado a relajarse. Había sido su rutina diaria durante los últimos cuatro años. No pudo evitar notar el balcón donde había visto al extraño la noche anterior. Extrañamente, sintió una conexión con ese hombre. Dejó todo esto de lado y comenzó su práctica de yoga.
Los ojos de Loto estaban cerrados cuando se dio cuenta de que alguien la observaba. Al abrir los ojos, fue recibida por un rostro atractivo. Un hombre guapo estaba de pie frente a ella en el balcón de la villa. Se sintió nerviosa bajo la presencia de su mirada. Como resultado, dejó el jardín.
