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—Sandra esperaba fuera de los pasillos. No podía decidirse a hacer una declaración ante el consejo de ancianos de la manada más fuerte, la de Lakeview. Quería demostrarle a Xander que podía valerse por sí misma, pero lamentablemente era demasiado buena para este mundo.
Abrió las puertas y todas las miradas se centraron en ella. Sintió un leve tirón desde atrás —Yo me encargaré a partir de aquí —Xander dijo suavemente en su oído. Se sintió menos despreciada y salió de la habitación con un alivio emocional.
La manada de Lakeview tenía cinco lobos que una vez fueron alfas de su propia manada. Una Alfa hembra estaba entre ellos. Ellos son los lobos supremos, el consejo de ancianos. Desde cada punto cardinal y el centro, llevaban abrigos de trinchera de un estridente azul turquesa y expresiones sombrías en sus rostros. Pronunciaban sus palabras con valentía, desprendiendo una intensidad ardiente.