```
Esmeralda observaba las efímeras vidas de sus descendientes y continuaba otorgándoles las bendiciones del bosque y protegiéndolos.
Los safiranos eran su familia y su único recuerdo de su esposo, después de todo. No podía dejarlos atrás incluso si eso significaba tener que ver morir a sus propios descendientes antes que ella.
Actualmente, Esmeralda tenía tres mil años. Se casó cuando tenía dos mil años y solo vivió brevemente con su amado Safiro en el corto lapso de la vida de un humano. Fue una felicidad efímera para alguien longevo.
Arabella se dio cuenta de que los matrimonios entre las razas longevas y los humanos eran un poco demasiado tristes.
Uno seguiría anhelando al otro y continuaría reviviendo sus recuerdos juntos después de que habían partido hace mucho tiempo. Era algo demasiado doloroso y solitario.
¿Eso sería lo que le pasaría a Fernando una vez que ella muriera de vejez? ¿Cuidaría de sus hijos y de sus descendientes también durante muchísimo tiempo?