Con Arabella creyendo en la existencia de la dríada, Alwin completó sus informes sin problemas. También había más que suficiente evidencia recopilada para condenar al Conde Dempsey en cuanto fuera capturado.
Raymond preparó los documentos necesarios para la detención y Fernando los firmó.
Con todo listo, decidieron que era el momento de capturar a Dempsey.
Alwin teletransportó a Fernando y a los caballeros al encuentro del Conde Dempsey y Safiro.
Raymond se quedó en el palacio para ocuparse de más papeleo y asegurarse de que los suministros para Safiro estuvieran preparados rápidamente.
Mientras tanto, Arabella fue a la Cocina Imperial para verificar la preparación de la comida.
Todavía estaba molesta por los pensamientos de Fernando de más temprano, pero decidió centrarse en Safiro por ahora.
Todo lo que estaba sucediendo era más complicado de lo que jamás había imaginado.